viernes, 3 de mayo de 2024

Arte urbano en Madrid.

 La ciudad de Madrid tiene el privilegio de disponer de unos Museos con unas obras excepcionales, donde los amantes del arte pueden disfrutar de los diversos estilos que se puede encontrar en ellos, desde los más clásicos hasta los más contemporáneos.

El más conocido e internacional es el Museo del Prado, pero existen otros muchos donde apreciar la imaginación y la capacidad de crear arte que poseen ciertos autores.

No hay que olvidar las fuentes que fuera de los edificios ayudan a embellecer más la ciudad.

Las galerías de arte e incluso los hoteles han contribuido a que se fomenten obras de arte, donde también estarían incluidas esculturas, fotografía y otras manifestaciones de la cultura.

Desde hace unos años se ha normalizado un arte urbano donde a través de murales y trampantojos en fachadas, garajes y mobiliario urbano, han dado un nuevo aspecto y alegría a las calles y a las ciudades. Entre ellas Madrid.

De alguna manera las obras de los Museos han salido a la calle.

Recientemente se celebró un festival en el barrio de Lavapiés, donde los artistas mostraron sus últimas obras, aunque desde hace tiempo en sus calles ya observamos esta tendencia de arte.

Las siguientes fotografías están tomadas en el citado barrio.








En el barrio de Malasaña durante estos días también hubo un certamen donde varios artistas expresaron sus ideas a través de sus pinturas.

Una muy llamativa fue esta que aquí observamos.




Sin olvidar al mítico establecimiento que todavía permanece en el barrio.




Alejados del centro, en otros barrios como La Elipa en este ascensor junto a un edificio, el artista proporcionó un especial colorido a la calle.




No muy lejos de este lugar, en el Distrito de Ciudad Lineal encontramos este mural con un claro significado feminista.



Al barrio de Carabanchel últimamente se le conoce como el Soho madrileño. Numerosas galerías de arte se han trasladado a este barrio y le han proporcionado un especial dinamismo. En una fachada de este barrio se creó este pequeño mural.




Centrando la atención en el Madrid de los Austrias, vemos cómo en la Plaza de Puerta Cerrada existe un mural desde hace muchos años donde está escrito el lema legendario de la ciudad de Madrid:

"Fui sobre agua edificada, mis muros de fuego son"




Recientemente en un mural que se pintó en la fachada de un edificio en la calle de Santiago,  aparece también este lema.




Paseando por la calle del Almendro, junto a los restos de la muralla cristiana está un mural donde se aprecia el Alcázar de los Austrias y otras edificaciones de diferentes épocas.




En la calle Segovia son curiosos los trampantojos que existen en la fachada de este edificio.



 
Así como los que encontramos en la Cava Baja.




Esta calle junto a la Cava Alta, fueron parte del foso de la muralla cristiana. Al ir desapareciendo esta, se fueron rellenando y nivelando hasta formar las calles que hoy conocemos.

En la Cava Baja se ubicaría un edificio llamado Peso de la Harina y un mural situado en dicha calle nos lo recuerda.




Estas calles se convirtieron sobre todo en el siglo XVII, en el centro del comercio en Madrid y se poblaron de posadas y tabernas como vemos en varios de los murales de estas calles. Hoy día siguen animando la ciudad con numerosos establecimientos.






Por último en la calle de los Mancebos esta imagen en un garaje de dicha calle, nos recuerda que el arte urbano está en auge y sus escenas cotidianas nos hace sentirnos más cercanos con él. No nos deja indiferentes.





Texto y fotografías: Teresa Miralles Amorós.

miércoles, 18 de octubre de 2023

El río Manzanares en la Comunidad de Madrid.

 El río Manzanares nace a más de 2000 metros de altitud en un paraje de La Pedriza en la Sierra de Guadarrama.

Su recorrido es de 92 kilómetros y pasa por la ciudad de Madrid. Desemboca en el río Jarama y discurre íntegramente por la Comunidad de Madrid.





En su tramo alto está regulado por el embalse de Santillana, que en el municipio de Manzanares el Real ofrece estos dos aspectos de día y de noche.






Antes de entrar a la ciudad de Madrid el río Manzanares, la presa de El Pardo es la que regula su curso.
A su paso por el municipio de El Pardo el río presenta estas imágenes.





En los valles del curso fluvial del Manzanares se han encontrado numerosos restos paleontológicos y de asentamientos humanos.
Estos primeros pobladores valoraron la calidad de las aguas del río procedente de la sierra del Guadarrama.
Vemos muestras de restos arqueológicos encontrados en estos valles en el Museo de los Orígenes de Madrid.




El 1 de Diciembre de 2005 el periódico El País, publicó un artículo donde nos mostraba esta fotografía, en la que durante las obras de soterramiento de la M 30, junto al río Manzanares, y una de las calles más importantes de Madrid, permitió aflorar restos arqueológicos de un poblado paleolítico de cazadores, de hace unos 15.000 años.



Diversos puentes a lo largo de la historia se construyeron cruzando el río Manzanares en la ciudad de Madrid.
Debido al escaso caudal que tiene el río, recibió muchas sátiras y burlas por parte sobre todo de  escritores del Siglo de Oro como Lope, Quevedo, Tirso y Calderón.
De esta época Texeira dibujó el plano de Madrid en 1656.




Las críticas se intensificaron cuando se inauguró el puente de Segovia, el más antiguo de Madrid construido entre 1572 y 1584 siendo su arquitecto Juan de Herrera.

Este sería su aspecto actual.



Cuando se inauguró, el caudal del río era tan escaso, que por ejemplo Lope de Vega le dijo al corregidor que "se comprara un río o vendiera el puente".
Años después Galdós comentaba que "en verano hay que regar el Manzanares para que no levante polvo".
Otro puente muy significativo sobre el río Manzanares, es el puente de Toledo construido por Pedro de Ribera entre 1718 y 1732.




Durante las obras de remodelación de la M 30, aparecieron los restos arqueológicos del primer puente de Toledo que por entonces se llamaba puente de la Toledana.




Esta transformación urbanística en torno al río Manzanares, ha supuesto un nuevo entorno que se le ha denominado Madrid Río.
Grandes espacios para paseos, para practicar diversos deportes.






Es descatable el Puente del Rey, que permite la entrada a la Casa de Campo sin coches o motos, solo caminando o haciendo deporte.
Fue construido en 1816.




Embellece esta zona de Madrid Río la Ermita de la Virgen del Puerto, en las inmediaciones del Palacio Real. Obra de Pedro de Ribera, fue edificada entre 1716 y 1718.




Desde siempre las laderas del río Manzanares han sido testigos de numerosas reuniones, verbenas y todo tipo de fiestas.
Goya las pintó en varios de sus cuadros.
Una imagen que siempre perdurará en esta zona de Madrid, es la de los lavaderos del río Manzanares, como refleja este óleo de José Lupiáñez de 1900 y que tituló " Lavaderos junto al Puente de Segovia".
Se encuentra en el Museo de Historia de Madrid.




 
Texto: Teresa Miralles Amorós.
Fotografías: Teresa Miralles Amorós excepto la publicada en el periódico El País.

Bibliografía:

- Revista Madrid Histórico. Número 106.
- MIRALLES AMORÓS, TERESA. Paseando por Mayrit. Tercera Edición. Ediciones Letra Clara.
Madrid, 2017.

lunes, 13 de febrero de 2023

El balcón de Marizápalos en la Plaza Mayor de Madrid.

 


En la Plaza Mayor de Madrid existe este balcón, que puede pasar inadvertido, integrado perfectamente en el entorno y símbolo de una historia especial.



Recordamos la historia de la Plaza Mayor. En el siglo XV se conocía como la Plaza del Arrabal, porque estaba situada fuera del recinto amurallado cristiano.

Se convirtió en el principal mercado de la Villa durante esa época.

Felipe III encargó al arquitecto Juan Gómez de Mora en 1617 la construcción de la Plaza Mayor.

Previamente en este espacio se edificó en el año 1590 la Casa de la Panadería, cuyos frescos en su fachada se restauraron hace pocos años.



Casa de la Panadería

Justo enfrente y en el mismo año 1617 se construyó la Casa de la Carnicería. 

Por entonces, la Plaza Mayor era bien distinta a como la conocemos hoy día. 
Poco a poco se fue configurando hasta formar la que existe en la actualidad.

A lo largo de su historia ha sufrido tres graves incendios, en los años 1631, 1672 y 1790.

En la siguiente fotografía observamos la Casa de la Carnicería y a la izquierda de la misma el balcón de Marizápalos.



Casa de la Carnicería

Fue Felipe IV quien lo mandó construir para que su amante María Inés Calderón, pudiera contemplar desde él todos los festejos que se organizaban en la Plaza: corridas de toros, autos de fe, ejecuciones, procesiones, torneos...


El rey por entonces estaba casado con Isabel de Borbón. Era su costumbre invitar a personajes privilegiados a contemplar estos festejos en los balcones de la Casa de la Panadería.

Todo el pueblo de Madrid así como su esposa, conocían la relación entre el rey y la actriz.

El monarca no tuvo ningún reparo en invitar a su amante a estos balcones. Al percatarse la reina de su presencia, la expulsó de los mismos. Por este motivo, Felipe IV ordenó la construcción del balcón.

La Casa de la Carnicería ofrecía este aspecto en 1830, en la maqueta que construyó León Gil de Palacio.



María Inés Calderón, cuyo apodo era La Calderona, de alguna manera siempre estará vinculada a la historia de la Plaza Mayor. Era una actriz que actuaba en el Corral de Comedias de la Cruz.

Desde que la vió por primera vez en el teatro, Felipe IV se enamoró profundamente de ella.

Interpretaba un baile llamado Marizápalos; por este motivo los madrileños llamaron al balcón que ordenó construir Felipe IV con este nombre.

El rey tuvo numerosas amantes e hijos con ellas.

Al único hijo extramatrimonial que reconoció fue al que tuvo con María Inés Calderón cuyo nombre era Juan José de Austria.

En pleno centro de Madrid encontramos esta placa que nos recuerda donde estuvo ubicado el teatro donde actuaba la actriz.




María Inés Calderón no tuvo un feliz final.

Tras el nacimiento del hijo que tuvo con el Rey, fue obligada a ingresar en el monasterio de San Juan Bautista en la provincia de Guadalajara donde falleció en 1646.

Texto y fotografías: Teresa Miralles Amorós.

Bibliografía:

- Revista Madrid Histórico. Número 102.
- Miralles Amorós, Teresa. Paseando por Mayrit.
Tercera Edición. Ediciones Letra Clara. 
Madrid, 2017.

El libro Paseando por Mayrit se encuentra en las librerías de Madrid:

La Felipa.
La Librería.


miércoles, 5 de enero de 2022

La Puerta del Sol de Madrid.

 


En la actualidad la Puerta del Sol es la plaza más céntrica y concurrida de la ciudad de Madrid.




Su historia se remonta al siglo XV, cuando en estos terrenos comenzaron a realizarse las primeras construcciones.

Una de las puertas de la muralla del siglo IX que rodeaba la ciudad musulmana Mayrit, se llamaba Almudena y la calle que se formó tras de ella fue la calle Mayor.

Años después en esta calle a la altura de la Plaza Mayor, cruzaría  la muralla cristiana del siglo XII y sería la Puerta de Guadalajara la que hubiéramos localizado en este lugar.

La ciudad de Madrid siguió creciendo hacia el este, se construyeron otras cercas como la del Arrabal en el siglo XV, y una de sus puertas se denominó Puerta del Sol.

Se especuló que su nombre se debía a que en ella estaba dibujado un sol, pero este hecho no está documentado, por lo que con toda probabilidad a la  puerta se le llamó del Sol al estar orientada al este.

A lo largo de los siglos muchas transformaciones y ampliaciones se han sucedido en esta emblemática plaza, donde se construyeron importantes edificaciones.

En 1438 se fundó el Hospital de San Andrés para los enfermos de peste. Posteriormente y junto a él se construyó la iglesia del Buen Suceso. Tuvieron sus respectivas reedificaciones al ir deteriorándose sus estructuras.

Una imagen del conjunto la vemos en este fragmento del plano de Texeira de 1656, donde se aprecia en el centro.





La iglesia del Buen Suceso también la vemos en esta litografía sobre papel, realizada por Eduardo León y Rico en 1851, que la tituló Vista de Madrid desde la Puerta del Sol.




En 1697 la iglesia presentaba una ruina preocupante. Se construyó una nueva que fue demolida en 1854.

El sábado 8 de Febrero de 2020, el periódico El País publicó una fotografía de la iglesia del Buen Suceso antes de su derribo.




Durante estos últimos años en la Puerta del Sol se han realizado diversas reformas.

Gracias a ellas en el subsuelo de la misma han aparecido restos de la iglesia, que contemplamos en un espacio de la estación del metro.




Restos del hospital se pueden observar en una tienda cercana.





En el otro extremo de donde se ubicaba la iglesia del Buen Suceso, se construyó el convento e iglesia de San Felipe el Real gracias al príncipe Felipe, futuro Felipe II.

Se situaba al principio de la calle Mayor con la Puerta del Sol. 

En el Museo de Historia de Madrid vemos una maqueta del mismo.



Célebres fueron sus "gradas", que se convirtieron en uno de los principales "mentideros" de Madrid.

En la obra El diablo cojuelo de Luis López de Guevara, el autor las describía como en la placa que existe donde se ubicaba el Convento.




Tras la ocupación francesa, tanto el convento como la iglesia fueron seriamente dañados, siendo finalmente demolidos en 1838.

En el centro de la plaza vemos la estatua ecuestre de Carlos III. Realizada en bronce es obra de los escultores Eduardo Zancada y Miguel Ángel Rodríguez.




Otra estatua significativa en la Puerta del Sol es la réplica de la Mariblanca.

La original traída a España desde Italia, es obra de Rutilio Gaci y se encuentra en la Casa de la Villa.

En su día coronó la Fuente del Buen Suceso frente a la iglesia del mismo nombre, y ha tenido varias ubicaciones en la ciudad de Madrid.




La escultura del Oso y el Madroño de visita obligada en la Puerta del Sol es un símbolo madrileño. Obra realizada en bronce por el escultor Antonio Navarro Santafé, fue inaugurada en 1967.



Acontecimientos históricos de toda índole ha vivido la Puerta del Sol, como la famosa nevada que causó la tormenta Filomena.

En el Museo de Historia de Madrid vimos expuestas fotografías del fenómeno metereológico.






Un foco de atención de la Puerta del Sol, es el cartel luminoso de Tío Pepe que lleva en la plaza desde 1935.




Otro elemento que causa siempre interés es conocer la placa del kilómetro 0.




El edificio Real Casa de Correos fue construido por el arquitecto francés Jacques Marquet entre 1760 y 1768, de estilo barroco, para ser sede central del servicio de Correos.

Desde 1985 es propiedad de la Comunidad de Madrid.

Lo vemos a la derecha de la fotografía.




La torrecilla del reloj data del siglo XIX.

El relojero José Rodríguez Conejero, conocido como Losada, fue el que realizó el reloj y lo donó al pueblo de Madrid. 

Fue inaugurado en 1866 con la presencia de la reina Isabel II.

En la esfera del reloj observamos que da las IIII y no las IV, que sería la forma correcta de numerar el cuatro en números romanos.





Texto y fotografías: Teresa Miralles Amorós.

Bibliografía:

GEA ORTIGAS, M. I. Los nombres de las calles de Madrid. Ediciones La Librería. Madrid, 2020.


MIRALLES AMORÓS, TERESA. Paseando por Mayrit. Tercera Edición. Ediciones Letra Clara. Madrid, 2017.


El libro Paseando por Mayrit se encuentra en las librerías de Madrid:

La Felipa.

La Librería.