Los jardines del Campo del Moro comenzaron a llamarse oficialmente así en el siglo XIX, pero la historia de su nombre se remonta a muchos siglos atrás.
Tras la conquista cristiana de la ciudad musulmana Mayrit, un almorávide llamado Yusuf junto con su ejército, acamparon en estos terrenos con la intención de recuperar la ciudad perdida sin conseguirlo. Por esto se llamó el Campo del Moro.
Este sería el aspecto actual de los jardines.
Estos terrenos donde ahora están ubicados los jardines, los compró Felipe II cuando decidió instalar en Madrid su corte en 1561.
En principio era un espacio dedicado a la caza.
Donde estaba el Alcázar de los Austrias, que desapareció en un incendio de la Nochebuena de 1734, y que previamente era donde se encontraba el castillo musulmán, es destacable el tremendo desnivel que existía entre el Alcázar y los jardines.
Lo observamos en el dibujo de Anton van den Wyngaerde realizado en 1562, el cual lo localizamos en el Restaurante Botín de Madrid.
También observamos el desnivel en el plano de Texeira de 1656.
Ya construido el actual Palacio Real, vemos los terrenos del Campo del Moro nevados en un cuadro que se encuentra en el Museo de Historia de Madrid, cuya fecha data de 1816.
Durante los reinados de Felipe V, Fernando VI y Carlos III, se proyectaron diversos planes de ajardinamiento en este espacio sin que llegaran a formalizarse.
José I encargó a Juan de Villanueva en 1810 la construcción del Túnel de Bonaparte, que comunica estos jardines del Palacio Real con la Casa de Campo, hoy cerrado al público, pero podemos observar la puerta de entrada al mismo.
Durante el reinado de Isabel II se acometieron las primeras obras de acondicionamiento de los jardines. Se usaron para su nivelación, los escombros procedentes de las obras de la remodelación en la Puerta del Sol en aquellos tiempos.
En esta época se instaló la fuente de las Conchas, del siglo XVII, que previamente había estado ubicada en el Palacio Don Luis en Boadilla del Monte.
Ramón Oliva en 1890, bajo la regencia de la reina María Cristina realizó el diseño definitivo de los jardines.
Durante este periodo se instalaron columpios, bancos y casitas de estilo alpino, como el Chalet de la Reina.
Atractiva sugerencia para visitar, bonita descripción
ResponderEliminarGracias Amamia
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