martes, 5 de diciembre de 2017

La calle del Codo en Madrid






La calle del Codo en Madrid debe su nombre a la forma de brazo doblado que tiene desde hace siglos.







Tan angosta que la luz del sol apenas logra acceder a ella. Sombría, frente a la Casa de la Villa, une dos plazas históricas de Madrid, la Plaza de la Villa y la Plaza del Conde de Miranda.


Así es la Plaza de la Villa, que en la época medieval se llamó de San Salvador.






Cerca se encontraba la iglesia de San Salvador, en la actual calle Mayor, donde el 6 de Enero de 1346 Alfonso XI creó la sede del Ayuntamiento o Concejo de Madrid.

El lunes 15 de Julio de 2013, el diario El País publicaba esta foto de la Plaza de la Villa tomada en 1878.

Apreciamos en ella los cambios sustanciales que ha experimentado con el paso del tiempo.





Siglos atrás los musulmanes formaron en este entorno asentamientos y un mercado.

En el libro El Madrid medieval de Manuel Montero Vallejo, se especifica cómo frente a la Casa de la Villa en 1945, se encontraron unas paredes de extraordinario grosor que podrían corresponder a la hipotética segunda muralla musulmana de Madrid.

Volvieron a salir a la luz en 1980, pero fueron nuevamente tapados.

Desde la Plaza de la Villa este es el aspecto actual
de la calle del Codo.





Seguimos su trazado y vemos otra perspectiva de la calle en esta imagen 






Las posibles primeras imágenes de la calle las encontramos en el plano de Mancelli de 1623, a la altura de donde está marcado el número 46.





En 1656 Texeira la dibujó así en su plano




 
León Gil de Palacio en 1830 realizó una importante maqueta de Madrid, donde apreciamos la calle del Codo.





El tesoro artístico e histórico que hoy día contemplamos en la calle del Codo, es la puerta de entrada a la Torre de los Lujanes, que junto a la casas del mismo nombre construidas en el siglo XV, forman el edificio civil más antiguo de Madrid.


Las fachadas y puertas de estas últimas están situadas en la Plaza de la Villa.





Los Lujanes fueron según el historiador Jerónimo de la Quintana, una familia originaria del Reino de Aragón. Durante el reinado de Pedro II de Aragón llegaron a Castilla.

Una vez establecidos en Madrid, se convirtieron en una de las familias más poderosas de la Edad Media madrileña.


Este es el aspecto actual de la Torre de los Lujanes








En 1854 se encontraba en estado ruinoso. Se pretendió su demolición para ensanchar la calle del Codo, pero finalmente en 1859 se consiguió paralizar el derribo.

No hace muchos años igualmente se hallaba muy deteriorada.

La estructura de la puerta de la Torre de los Lujanes está configurada como un arco de herradura, con grandes dovelas de piedra y clara influencia de elementos de la arquitectura árabe.

Este era el lamentable aspecto que presentaba la puerta antes de su rehabilitación.










Se restauró y hoy día ofrece una excelente presencia.
















Desde el interior de la Torre de los Lujanes vemos otra perspectiva de la puerta




 


Una de las incógnitas que existen en la historia de Madrid, es la que se refiere al apresamiento del rey Francisco I de Francia tras la batalla de Pavía.

Algunos autores opinaron que el rey francés estuvo encarcelado en la Torre de los Lujanes, como Gil González Dávila y Jerónimo de la Quintana.

Lope de Vega escribió que nació en la calle Mayor "cerca de donde puso Carlos V la soberbia del francés entre dos paredes".

Otros cronistas afirmaron que estuvo preso en el Alcázar como Gonzalo Fernández de Oviedo y Pedro Mexía.

Una leyenda muy célebre en Madrid es la que protagonizó Francisco de Quevedo en esta calle.

Cuentan que después de sus frecuentes salidas nocturnas, camino de su casa le gustaba orinar en la misma fachada de una casa.





Con menos iluminación como ahora tiene la calle por la noche, el vecino de aquella casa colocó una cruz en su portal para disuadir al escritor de su costumbre.





Como no lo consiguió, harto, decidió poner un cartel en la cruz donde se leía:
"No se mea donde hay una cruz".


Y Quevedo, al lado, puso otro papel donde escribió:
"No se pone una cruz donde se mea"...


Por su configuración, esta calle fue escenario de muchos duelos entre espadachines en el siglo XVII.

La calle del Codo finaliza en la Plaza del Conde de Miranda







En ella encontramos el Convento del Corpus Christi, fundado en el siglo XVII. También llamado de "las Carboneras" porque en él se halla un cuadro de la Virgen que apareció en una carbonera.







Texto y fotografías: Teresa Miralles Amorós.

Bibliografía:

- Montero Vallejo, Manuel. El Madrid medieval. Ediciones La Librería. Madrid, 2003.

- Revista Madrid Histórico. Número 72.

- Miralles Amorós, Teresa. Paseando por Mayrit.
Tercera Edición. Madrid, 2017.


El libro Paseando por Mayrit se puede encontrar en las librerías:

-Madrid:

La librería.

La Felipa.

Casa del Libro.

Casa Árabe.

Antonio Machado.

Lé.

- Elche (Alicante):

Ali i Truc

- Murcia:

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