martes, 18 de diciembre de 2018

La Plaza de la Cebada de Madrid.




La Plaza de la Cebada de Madrid, siempre ha sido lugar de mercado, ferias e importantes acontecimientos en la ciudad.

Se formó en el siglo XVI, dedicando este espacio a la venta de legumbres y cereales. Aquí se  entregaba la cebada a las caballerizas reales. Por este motivo, tomó el nombre que nunca ha cambiado. 


En el Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid, ubicado en Alcalá de Henares, vemos esta imagen que se corresponde al cuadro de Manuel de la Cruz, titulado La Feria de Madrid en la Plaza de la Cebada, realizado entre los años 1770 y 1780, con un significativo texto de Lope de Vega.





Bajo sus actuales terrenos, en la plaza de la Cebada se localizó una necrópolis musulmana.

Cerca existían arrabales islámicos y años después, próxima a la plaza se situaría la Puerta de Moros que formaba parte de la muralla cristiana del siglo XII.


Dos placas en la zona nos lo recuerdan.











En el Museo de Historia de Madrid, vemos diferentes planos en los que la plaza está reflejada.

Antonio Mancelli realizó el suyo en 1623. Es el primero que se conoce de la ciudad.






Años más tarde en el plano de Texeira de 1656, también la contemplamos.








A la izquierda de este fragmento del plano, observamos marcado con el número 50, la Fuente del Humilladero de San Francisco.
 

Se construyó a partir de 1620 y su autor fue Rutilio Gaci. Estaba coronada por la estatua de Endimión.
Esta escultura en el siglo XIX se trasladó a la Plaza de Lavapiés. Hoy se encuentra en el Museo de Historia de Madrid.






En el centro del plano de Texeira, con el número 46, vemos dibujada otra fuente.

Se conoció como Fuente de la Cebada, realizada por Pedro de Pedrosa.

En la parte superior se situó la estatua La Abundancia, cuya construcción data de 1650, y tras la demolición de la fuente en 1840 se conservó. Hoy también se contempla en el Museo de Historia de Madrid.






Imágenes de cómo era esta fuente, en el citado museo se localizan en dos obras significativas.
Una de ellas, cuyo autor es Louis Meunier y se realizó entre los años 1665 y 1668.





Otra es el óleo que realizó Manuel de Chozas en 1741 que tituló Procesión de la Virgen de Gracia en la Plaza de la Cebada. En esta obra se puede constatar la importancia que por aquellos años tenía la plaza.





Pero sus actividades principales siguieron siendo de mercado, como vemos reflejadas en las placas distribuídas en la actualidad por la misma.







Igualmente, las ferias marcaban momentos especiales en la ciudad. En la siguiente imagen, cuyo autor fue José Suarez, lo apreciamos, donde al fondo se localiza la desaparecida iglesia de San Millán y en primer término la plaza de la Cebada en un día de feria. La fecha de la imagen es de 1869 y la pude fotografiar en la Biblioteca Nacional de Madrid.






Una de las construcciones más significativas que se edificaron en la plaza, fue el Convento y Hospital de la Latina.

Su fundación se llevó a cabo en 1499, por Beatriz Galindo, maestra de Isabel la Católica y su marido Francisco Ramírez, secretario de los Reyes Católicos.


Fue obra del maestro Hazán.

Estaban situados en la plaza de la Cebada y la calle de Toledo. En esta última calle actualmente existen estas dos placas.









León Gil de Palacio en su maqueta de 1830, así construyó la plaza de la Cebada.





Con más detalle observamos el Convento y Hospital en el centro de esta imagen.






El elemento arquitectónico más significativo del Hospital de la Latina, es su espectacular portada gótica que se ha conservado.

En el Museo de los Orígenes de Madrid, encontramos una obra de la portada, en esta litografía de Emilio Anglet del siglo XIX.






Joaquín Sorolla en 1883, realizó este óleo donde también la apreciamos. Se conserva en el Museo de Historia de Madrid.





En la actualidad, esta bella portada se puede contemplar en los jardines de la Escuela de Arquitectura de Madrid.







El hospital y el convento de La Latina se tuvieron que derribar en 1904 para ampliar la calle de Toledo.

A su fundadora, Beatriz Galindo, la llamaban La Latina.

Fue tal su influencia, que el barrio donde  albergaba su convento y hospital, la plaza de la Cebada y alrededores tomó su nombre.

Hoy día es un entorno bullicioso, donde se construyó un famoso teatro y un mercado con sus fachadas pintadas de alegre colorido.









Texto y fotografías: Teresa Miralles Amorós.

Bibliografía:


GEA ORTIGAS, M.I. El Madrid desaparecido. 
Ediciones La Librería. Madrid, 2003.

MIRALLES AMORÓS, TERESA. Paseando por Mayrit. Tercera Edición . Ediciones Letra Clara.
Madrid, 2017.


El libro Paseando por Mayrit se puede encontrar en la librerías:
Madrid:

Casa del Libro.
La Felipa.
La Librería.
Lé.
Antonio Machado. Círculo de Bellas Artes.
Casa Árabe.

Elche (Alicante):


Ali i Truc.

miércoles, 17 de octubre de 2018

La calle Mayor de Madrid.





Muchos acontecimientos de la historia de Madrid, están reflejados en su actual calle Mayor.









Fue una de las primeras calles que se formaron en la ciudad. 

Durante la etapa medieval, a las vías de las ciudades que fueron cobrando importancia y relevancia se las denominaba "reales".

Una de ellas fue la calle Mayor de Madrid, aunque a lo largo del trazado que hoy conocemos como tal, siglos atrás tuvo tramos con distintos nombres: Almudena, Platería, Puerta de Guadalajara y Mayor.

En el Plano Geométrico de Madrid, realizado por Tomás López de Vargas en 1785, que se puede contemplar en el Museo de Historia de la ciudad,
apreciamos estos distintos nombres.





Cerca de la intersección de las actuales calles Bailén y Mayor, se encontraba la ciudad musulmana Mayrit.

Formando parte de ella, se hallaba la mezquita que tras la conquista cristiana se convirtió en el templo de Santa María de la Almudena, aunque historiadores han afirmado que puede que la mezquita se derribara y se construyera una nueva y pequeña iglesia en el siglo XII, que con el tiempo se fue ampliando.

Una maqueta que se halla en el Museo de los Orígenes de Madrid, nos muestra cómo era este templo durante su última etapa antes de su derribo en 1868 para ensanchar la calle Mayor.





Hoy día se han conservado unos restos arqueológicos de la misma en el lugar donde estaba ubicada.






Al lado está el Palacio de Abrantes, edificio que se construyó en el siglo XVII, y en cuya biblioteca se halla un fragmento de la muralla árabe.

En este entorno se situaba la Puerta de la Mezquita de la muralla musulmana, que posteriormente los cristianos la denominarían Puerta de Santa María. 






Durante el siglo XVII, familias influyentes quisieron edificar grandes Palacios en esta calle.
También conventos e iglesias.
Antes de llegar a la Plaza de la Villa, nos encontramos edificios del siglo mencionado como el Palacio de Uceda en la siguiente foto:





La iglesia del Sacramento:




El Palacio de Cañete:





Todo tipo de festejos se organizaban en la calle Mayor tiempos atrás.

En el Museo de los Orígenes de Madrid, contemplamos este óleo atribuído a Lorenzo de Quirós de 1760 que tituló Ornato de la calle de las Platerías (calle Mayor).

Representa la entrada solemne de Carlos III en Madrid en 1760.





En un fragmento del óleo Milagro de la Virgen de Atocha en las obras de construcción de la Casa de la Villa, realizado entre los años 1676 - 1700 y también expuesto en el mismo Museo, observamos cómo era la calle durante estos años.





Una imagen retrospectiva de la calle Mayor la vemos en la maqueta de León Gil de Palacio, en el Museo de Historia, realizada en 1830.





Proseguimos nuestro paseo por la calle Mayor, y frente a la Plaza de la Villa hubiéramos visto la iglesia de San Salvador que se derribó en 1842.

En la maqueta anteriormente citada la imagen del templo sería esta.





El 6 de Enero de 1346, el rey Alfonso XI creó el Ayuntamiento de Madrid. Hasta que se construyó la Casa de la Villa, esta iglesia fue su sede.

El hecho histórico queda reflejado en este cuadro que está expuesto en el Museo de los Orígenes.





Frente al templo desaparecido y ya en una imagen actual llegamos a la bella Plaza de la Villa.





En ella apreciamos la Casa y Torre de los Lujanes a la izquierda. Construidas en el siglo XV, forman el edificio civil más antiguo de Madrid.

Al fondo la Casa Palacio del Cardenal Cisneros construida en el siglo XVI.

A la derecha la Casa de la Villa que se construyó en el siglo XVII.

Recorrer la calle Mayor significa descubrir otros edificios simbólicos de los que resulta grato conocer su historia.

Ya próximos a la Plaza Mayor y contiguos entre sí,
nos encontraríamos con la casa donde vivió y murió el escritor Pedro Calderón de la Barca.





A su lado la Antigua Farmacia de la Reina Madre; está considerada el comercio más antiguo de Madrid, ya que fue fundada en 1578 por un alquimista veneciano, aunque su original emplazamiento se ubicó en la calle del Sacramento.





A continuación conocemos el edificio que se construyó en el siglo XVII y cuya fachada es la más pequeña de Madrid.





Antes de llegar al entorno de la Plaza Mayor, sorprende esta placa en un edificio.





Curiosamente por la calle Mayor cruzaron las dos primeras fortificaciones que se construyeron en Madrid: primero la musulmana y luego la cristiana del siglo XII a la que hace alusión la placa.

Enfrente, otra placa nos recuerda que allí nació el escritor Lope de Vega.





El bullicio y la animación que sentimos al llegar a este tramo de la calle Mayor, nos indica que está próxima la monumental Plaza Mayor.

Distintos arcos cerca de la calle, nos dejan entrever la Plaza y desde los que podemos acceder a la misma, como el de la siguiente fotografía





Cosmopolita, animada es la calle Mayor. 

Para finalizar este recorrido, al llegar a la Puerta del Sol, nos hubiéramos encontrado con el convento de San Felipe el Real, cuya fecha de su construcción comenzó en 1547. Se derribó en 1838.

Este convento siempre será nombrado en Madrid, porque en él se formaron las llamadas "gradas de San Felipe", que se convirtieron en uno de los principales "mentideros" que existieron en la Villa y Corte.

En el Museo de Historia de Madrid se encuentra esta maqueta del mismo realizada por Luis Buendía.





Esta placa ubicada en la misma Puerta del Sol, explica muy bien lo que significó el Convento de San Felipe el Real.





Texto y fotografías: Teresa Miralles Amorós.

Bibliografía:

GEA ORTIGAS, M.I. El Madrid desaparecido.
Ediciones La Librería. Madrid, 2003.

MONTERO VALLEJO, M. El Madrid medieval.
Ediciones La Librería. Madrid, 2003.

CORTÉS MARTÍN, J. Mayrit. Guía ilustrada del Madrid medieval.
Ediciones La Librería. Madrid, 2018.

MIRALLES AMORÓS, T. Paseando por Mayrit.
Tercera Edición.
Ediciones Letra Clara. Madrid, 2017.


El libro Paseando por Mayrit se puede encontrar en las librerías:

Madrid:

La Felipa.
La Librería.

Antonio Machado. Círculo de Bellas Artes.
Casa del Libro.

Elche:
Ali i Truc.







miércoles, 4 de julio de 2018

La calle de Toledo en Madrid.




Desde el Arco de Cofreros de la Plaza Mayor de Madrid, iniciamos un recorrido por la calle de Toledo, donde la historia de la ciudad se puede contemplar en varias de sus edificaciones y rincones. 





En su primer tramo observamos sus soportales berroqueños, que nos recuerdan que aquí se ubicaban las casas más señoriales de la calle, siglos atrás.








El templo católico más representativo que tiene la calle, corresponde a la Colegiata de San Isidro.



De estilo barroco, su construcción comenzó en 1622, gracias a las donaciones de María de Austria, hija de Carlos I. Destacan sus cuatro columnas corintias en su parte central.











Durante años este templo fue la Catedral de Madrid.

Es en esta iglesia donde se custodian los restos mortales de San Isidro y de su esposa, Santa María de la Cabeza.

Edificación que está anexa a la Colegiata es el actual Instituto de San Isidro.

Sus orígenes se remontan al año 1558. Por entonces se llamaba Colegio Imperial de la Compañía de Jesús.

Aquí estudiaron alumnos tan destacados como Francisco de Quevedo, Calderón de la Barca y Lope de Vega.

En 1625 en este lugar Felipe IV fundó los Reales Estudios de San Isidro.










La calle de Toledo tomó este nombre al ser hace muchos años el camino que conducía hacia la ciudad imperial.


Como la mayoría de las calles fue transformándose y alargando hasta llegar al Puente de Toledo.

Una de sus primeras imágenes la encontramos en el plano de Texeira de 1656.






Avanzando por esta ahora bulliciosa y animada calle, hallamos cerca de la plaza de la Cebada el lugar donde en 1499 Beatriz Galindo, maestra de Isabel la Católica, junto a su esposo Francisco Ramírez fundaron el Hospital de la Latina.



En la maqueta que realizó León Gil de Palacio en 1830 de la ciudad de Madrid, apreciamos este hospital en el centro de la imagen.





El hospital estuvo en funcionamiento hasta mediados del siglo XVIII. Fue derribado en 1904 para ensanchar la calle de Toledo.


De él tan solo se ha conservado su fachada gótica, que podemos admirar en los jardines de la Escuela de Arquitectura de Madrid.






En las nuevas edificaciones que ocupan el entorno donde estuvo ubicado el hospital, encontramos estas placas donde informan de la existencia del mismo en el lugar.










Frente al hospital de La Latina, se ubicaba la iglesia de San Millán.



Existió un primer templo de San Millán que se construyó en 1591. Tuvo varias reconstrucciones, pero finalmente en 1722 tras un incendio se construyó una iglesia nueva.


Fue derribada en 1869.
Esta es una de las pocas imágenes que se conservan de ella.






El paso del tiempo no ha conseguido borrar los asentamientos musulmanes que se formaron en el entorno de la calle de Toledo.

En 2006 a la altura del número 68, unas excavaciones arqueológicas sacaron a la luz una necrópolis musulmana con restos desde el siglo XI hasta el XV.

La actividad económica de la calle fue muy relevante durante el siglo XVI.

La historia en esta vía nos ha dejado otro símbolo importante, como un tramo que los investigadores han catalogado como parte de la cerca de Felipe II.






Junto con el tramo que hay junto al actual Palacio del Senado son los únicos restos que existen de la Cerca de Felipe II en Madrid.

Desde tiempos remotos, la construcción de fuentes en las calles y plazas de Madrid fue constante.

Proseguimos nuestro recorrido y nos encontramos con la Fuentecilla. Se construyó esta fuente monumental para celebrar el regreso de Fernando VII desde Francia, a instancias del corregidor Conde de Moctezuma.





La calle de Toledo siempre ha tenido un intenso tráfico. El primer semáforo que se instaló en la calle fue en los años sesenta y frente a la Fuentecilla.

En esta imagen observamos el paso de tranvías y cómo la Fuentecilla se convirtió en un punto de encuentro de los aguadores.





Antes de llegar al Puente de Toledo admiramos el monumento más emblemático de este entorno: la Puerta de Toledo.

Fue construida por Antonio López Aguado para celebrar la llegada a Madrid de Fernando VII.

De estilo neoclásico está compuesta por un arco central de medio punto y dos puertas adinteladas en sus laterales.

Su construcción finalizó en 1827. Era uno de los accesos a la ciudad de Madrid.

Se crearon otras Puertas de Toledo a lo largo de la historia en Madrid.

Texeira en 1656 dibujó en su plano la que por entonces existía.





Apreciamos esta otra imagen de la Puerta de Toledo hace años.





Finalmente este es su aspecto actual.







Concluimos nuestro recorrido al llegar al Puente de Toledo.

Se construyeron otros puentes medievales en la zona, como el que apareció durante las obras de remodelación de la M 30. Se le conocía como Puente de la Toledana.





El actual lo construyó el arquitecto Pedro de Ribera entre los años 1719 y 1732.


De estilo barroco churrigueresco es Monumento Nacional desde 1956. En 1992 fue declarado Bien de Interés Cultural.

En él se aprecian en unos templetes barrocos centrales, las esculturas de Santa María de la Cabeza y San Isidro Labrador.









Así finalizamos el recorrido por esta singular calle de Toledo en Madrid, de la que el escritor Benito Pérez Galdós estaba enamorado y la mencionó en numerosas de sus obras.


Texto y fotografías: Teresa Miralles Amorós.


Bibliografía:

- Miralles Amorós, Teresa. Paseando por Mayrit.
Ediciones Letra Clara. Tercera edición.
Madrid, 2017.

- López Carcelén, Pedro. Atlas ilustrado de la historia de Madrid. Ediciones La Librería.
Cuarta edición. Madrid, 2006.


Librerías donde se puede encontrar 
Paseando por Mayrit

- Madrid:
La Felipa
La Librería
Casa del Libro
Antonio Machado. Círculo de Bellas Artes.
Lé.

- Elche:
Ali i Truc