miércoles, 4 de julio de 2018

La calle de Toledo en Madrid.




Desde el Arco de Cofreros de la Plaza Mayor de Madrid, iniciamos un recorrido por la calle de Toledo, donde la historia de la ciudad se puede contemplar en varias de sus edificaciones y rincones. 





En su primer tramo observamos sus soportales berroqueños, que nos recuerdan que aquí se ubicaban las casas más señoriales de la calle, siglos atrás.








El templo católico más representativo que tiene la calle, corresponde a la Colegiata de San Isidro.



De estilo barroco, su construcción comenzó en 1622, gracias a las donaciones de María de Austria, hija de Carlos I. Destacan sus cuatro columnas corintias en su parte central.











Durante años este templo fue la Catedral de Madrid.

Es en esta iglesia donde se custodian los restos mortales de San Isidro y de su esposa, Santa María de la Cabeza.

Edificación que está anexa a la Colegiata es el actual Instituto de San Isidro.

Sus orígenes se remontan al año 1558. Por entonces se llamaba Colegio Imperial de la Compañía de Jesús.

Aquí estudiaron alumnos tan destacados como Francisco de Quevedo, Calderón de la Barca y Lope de Vega.

En 1625 en este lugar Felipe IV fundó los Reales Estudios de San Isidro.










La calle de Toledo tomó este nombre al ser hace muchos años el camino que conducía hacia la ciudad imperial.


Como la mayoría de las calles fue transformándose y alargando hasta llegar al Puente de Toledo.

Una de sus primeras imágenes la encontramos en el plano de Texeira de 1656.






Avanzando por esta ahora bulliciosa y animada calle, hallamos cerca de la plaza de la Cebada el lugar donde en 1499 Beatriz Galindo, maestra de Isabel la Católica, junto a su esposo Francisco Ramírez fundaron el Hospital de la Latina.



En la maqueta que realizó León Gil de Palacio en 1830 de la ciudad de Madrid, apreciamos este hospital en el centro de la imagen.





El hospital estuvo en funcionamiento hasta mediados del siglo XVIII. Fue derribado en 1904 para ensanchar la calle de Toledo.


De él tan solo se ha conservado su fachada gótica, que podemos admirar en los jardines de la Escuela de Arquitectura de Madrid.






En las nuevas edificaciones que ocupan el entorno donde estuvo ubicado el hospital, encontramos estas placas donde informan de la existencia del mismo en el lugar.










Frente al hospital de La Latina, se ubicaba la iglesia de San Millán.



Existió un primer templo de San Millán que se construyó en 1591. Tuvo varias reconstrucciones, pero finalmente en 1722 tras un incendio se construyó una iglesia nueva.


Fue derribada en 1869.
Esta es una de las pocas imágenes que se conservan de ella.






El paso del tiempo no ha conseguido borrar los asentamientos musulmanes que se formaron en el entorno de la calle de Toledo.

En 2006 a la altura del número 68, unas excavaciones arqueológicas sacaron a la luz una necrópolis musulmana con restos desde el siglo XI hasta el XV.

La actividad económica de la calle fue muy relevante durante el siglo XVI.

La historia en esta vía nos ha dejado otro símbolo importante, como un tramo que los investigadores han catalogado como parte de la cerca de Felipe II.






Junto con el tramo que hay junto al actual Palacio del Senado son los únicos restos que existen de la Cerca de Felipe II en Madrid.

Desde tiempos remotos, la construcción de fuentes en las calles y plazas de Madrid fue constante.

Proseguimos nuestro recorrido y nos encontramos con la Fuentecilla. Se construyó esta fuente monumental para celebrar el regreso de Fernando VII desde Francia, a instancias del corregidor Conde de Moctezuma.





La calle de Toledo siempre ha tenido un intenso tráfico. El primer semáforo que se instaló en la calle fue en los años sesenta y frente a la Fuentecilla.

En esta imagen observamos el paso de tranvías y cómo la Fuentecilla se convirtió en un punto de encuentro de los aguadores.





Antes de llegar al Puente de Toledo admiramos el monumento más emblemático de este entorno: la Puerta de Toledo.

Fue construida por Antonio López Aguado para celebrar la llegada a Madrid de Fernando VII.

De estilo neoclásico está compuesta por un arco central de medio punto y dos puertas adinteladas en sus laterales.

Su construcción finalizó en 1827. Era uno de los accesos a la ciudad de Madrid.

Se crearon otras Puertas de Toledo a lo largo de la historia en Madrid.

Texeira en 1656 dibujó en su plano la que por entonces existía.





Apreciamos esta otra imagen de la Puerta de Toledo hace años.





Finalmente este es su aspecto actual.







Concluimos nuestro recorrido al llegar al Puente de Toledo.

Se construyeron otros puentes medievales en la zona, como el que apareció durante las obras de remodelación de la M 30. Se le conocía como Puente de la Toledana.





El actual lo construyó el arquitecto Pedro de Ribera entre los años 1719 y 1732.


De estilo barroco churrigueresco es Monumento Nacional desde 1956. En 1992 fue declarado Bien de Interés Cultural.

En él se aprecian en unos templetes barrocos centrales, las esculturas de Santa María de la Cabeza y San Isidro Labrador.









Así finalizamos el recorrido por esta singular calle de Toledo en Madrid, de la que el escritor Benito Pérez Galdós estaba enamorado y la mencionó en numerosas de sus obras.


Texto y fotografías: Teresa Miralles Amorós.


Bibliografía:

- Miralles Amorós, Teresa. Paseando por Mayrit.
Ediciones Letra Clara. Tercera edición.
Madrid, 2017.

- López Carcelén, Pedro. Atlas ilustrado de la historia de Madrid. Ediciones La Librería.
Cuarta edición. Madrid, 2006.


Librerías donde se puede encontrar 
Paseando por Mayrit

- Madrid:
La Felipa
La Librería
Casa del Libro
Antonio Machado. Círculo de Bellas Artes.
Lé.

- Elche:
Ali i Truc